DISCURSO DE PRESENTACION DE LIBRO DE ARISTIDES ROYO

Octubre 10, 2018

La idea de elaborar una biografía sobre Aristides Royo y exponer lo ocurrido durante su vida política y su época, me surge con el único propósito de buscar y narrar los hechos de la historia presentada mediante el testimonio de nuestro personaje a la luz de sus experiencias como actor y ubicado en primera fila, tal y como lo había hecho en el pasado con la obra biográfica de Enrique Jimenez. Para ello me acerqué a mi vecina de infancia e hija, Natalia Royo, con el fin de solicitarle convenciera a su padre de impulsar este proyecto donde, sin tapujos de ninguna clase ni censura, contara todo lo que supiera, desde su óptica –no la de este escritor– sobre los distintos sucesos que rodearon a esta diminuta nación durante el periodo comprendido de 1968 a 1982.

Al principio, fue mi sentir que mi requerimiento al Doctor Royo no lo convencía, pero tras algunos meses de deliberación y, por qué no decirlo, de demoras por mis ocupaciones, me entrevisté con él y nos pusimos de acuerdo sobre la mecánica que emplearíamos para llevar a puerto feliz lo que hoy tenemos aquí.

La vida política de Aristides fue casi una casualidad y se le presenta dentro del periodo que algunos denominan revolucionario, y otros dictadura, pero que a todas luces resulta muy interesante, ya que estuvo repleto de vicisitudes de todo tipo. Golpes y contra golpes de Estado, desapariciones físicas, expatriaciones y exilios, la negociación del tratado del Canal e inicio de la reversión del Canal de Panamá, destituciones de presidentes y hasta una invasión militar extranjera, como corolario final de esta época cuyo trayecto total se explaya por veintiún años.

Desde un principio mi plan se basó en exponer los hechos históricos para que quedaran plasmados para las actuales y futuras generaciones.

Sin embargo, no puedo dejar de mencionar la perplejidad con la que quedé cuando pude comprobar en carne propia que aun hoy, 30 años después de la invasión a Panamá que como dijera puso fin al régimen iniciado en 1968, los rencores y odios sigan tan vivos como el primer día. A lo largo de este proyecto me ha tocado vivir cómo me cerraban puertas simplemente por la razón de que escribía un relato histórico acompañado de la declaración de unos de sus actores principales.

Pero que se puede esperar de un país tan chico y dividido como Panamá, donde el interés por la cultura y el conocimiento ocupan un lugar en el fondo de un abismo. El intelecto sólo es apreciado cuando sirve a propósitos mezquinos que buscan beneficiarse del mismo para lograr cuotas de poder político o económico, para luego de logrado el objetivo ser desechado con el único fin de continuar con la vulgaridad y banalidades que han sido sembradas en toda la población con una sola meta en mente: la idea de perpetuar sus intereses apoyándose en la ignorancia de un pueblo. Las mentes pensantes e inquietas de jóvenes son acalladas, arrinconadas, burladas y dilapidadas, pues el pensamiento y análisis científico pueden alterar el orden del interés superior como lo es el poder; sí, ese poder que prevalece a costas del atraso de un país.

Ya no existen grupos o individuos que unidos por un bien común busquen mejorar las condiciones de una nación. Y lo que resulta peor aún es que ante tal ignorancia, los desventajados se conforman con meros regalitos que no les ayudan ni siquiera a resolver el mañana, mucho menos resolver el futuro de la siguiente generación.

La inteligencia y el deseo de superación por medio del estudio no son considerados para ninguna decisión importante del país, por el contrario, el intelectualismo es relegado a una esquina mientras en pequeñas camarillas se reparten las ganancias de Panamá.

Arístides Royo Sánchez es un vivo ejemplo de cómo a través del estudio se pueden lograr grandes cosas. Fue casualmente su preparación lo que lo llevó a alcanzar la oportunidad de ser parte de los acontecimientos de una época que sin lugar a dudas cambió a Panamá. Y no como un simple espectador sino como un actor principal. Fue codificador del Código Penal; miembro de la Asamblea Constituyente de 1972; negociador de los Tratados Torrijos-Carter; Ministro de Educación; Presidente de la República y embajador en el Reino de España, Francia y ante la Organización Estados Americanos (OEA).

Este libro no es político, no defiende o ataca a un régimen o partido. Es un libro netamente histórico y consta de dos partes: una en la que narro los hechos históricos bajo el prisma de las noticas de aquellos años; y, una segunda parte donde el doctor Royo contesta a mis preguntas y expone los acontecimientos presentados por mí desde su óptica de actor y observador primario. De eso se trata el libro, dar a conocer la historia desde afuera y desde adentro.

Para el panameño que le encanta y le distrae el bochinche aquí podrá encontrar la historia detrás de la historia en temas como la reforma educativa, la negociación del tratado del Canal, la muerte de Omar Torrijos, el Gargantazo y muchos otros que de forma clara se explican en el libro.

No quisiera concluir sin darles unos datos curiosos: ayer 9 de octubre se conmemoró el trigésimo noveno aniversario de la gran marcha de maestros y profesores contra la reforma educativa y que se explica muy bien en la obra. Mañana será el quincuagésimo aniversario del golpe de Estado de 1968 y la conmemoración de los 40 años de haber asumido la presidencia de la República el doctor Royo. Digo esto para aquellos que deseen jugar con esos números para el próximo sorteo de la lotería.

Deseo agradecerle al doctor Aristides Royo por haberme distinguido con la oportunidad de explorar su historia política íntima que sin duda aclarará a muchos el pasado reciente; y a mi esposa por haberme apoyado con este proyecto.

Muchas Gracias.